martes, 5 de mayo de 2009

Servicios a la comunidad: The Jack Celliers’ Japanese Experience (o algo así)

- Haceme un CD para el auto, dale.

La petición de mi dama fue esa, así que armé un compilado japonés. Apto para rodados diversos, mp3 players, ocio laboral, sofá; y por supuesto como oportuno cohesionador social: fiestas y reuniones de amigos o personas seducibles que suben a nuestro auto, a quienes interesaremos de inmediato gastando actitud cool y comentando las bandas en tono estrictamente casual, mostrándonos como personas sofisticadas y bla bla. La forma más cool de ser cool es la que no cuesta un mango.

1) Pappaya – Ego Wrappin’ (Night Food, 2002): Empezamos con esta banda de Osaka que hace lo que llamaríamos J-Jazz aunque también manufacturan joyitas pop. Si alguna vez escucharon una compilación de Saint Germain de prés Café, o alguno de esos grupos Nu-Jazz europeos, olvídenlos. Bueno, OK: no los olviden pero a mí me parece que esto es aún más interesante. Sugiero atención para la vocalista Yoshie Nanako (casi todas las vocalistas femeninas impostan la voz, y casi todas suenan irritantemente iguales; ella no) así como para la facilidad con la que este dueto maneja las claves estilísticas del mejor jazz tradicional (cosa poco frecuente en el nu-jazz). Uno los escucha y se da cuenta de dos cosas que no son contradictorias: esta gente se divierte y al mismo tiempo demuestra (acusada caracteristica japonesa) una cuidadísima producción y un profesionalismo de fierro.

2) Rabbit War – Ali Project (Classics, 2001): Temazo disco. Ya presentamos a la banda en este post; han hecho cualquier cantidad de discos tocando varios estilos, principalmente una especie de pop barroco con ocasionales influencias étnicas, aunque esto es una muestra de su versatilidad: un verdadero caño de tema dentro de un género –el disco– en el que hay demasiado gas. Notable la cantidad de recursos y guiños que se pueden ensamblar en una sola canción que no deja tener quieta la cabecita.

3) And Surface Runoff – Motoro Faam (...and Water Cycles, 2007): Bajamos un cambio... varios cambios. Esta gente hace un sonido experimental en el que mezclan atmósferas electrónicas con melodías de piano muy bellas. Es verdad: pueden sonar un poco new age, pero están muy lejos del sentimentalismo pavitonto. El álbum al que pertenece este tema hace referencia a los ciclos del agua. Es para relajarse e imaginarse la lluvia, pero no en Corrientes y Esmeralda, claro, sino en algún lugar así, tranqui, fresquito y extrañamente electrónico.

4) Tank! – Yoko Kanno & The Seatbelts (Cowboy Bebop OST - Limited Edition Boxed Set, 2004): Otro desafío a quedarse quieto. Genial banda de sonido de la serie manga Cowboy Bebop. No soy muy amigo del manga, aunque hay algunos interesantes. Como sea: la banda de sonido es fantástica y esta versión en vivo de la edición limitada me parece aún mejor que el original en estudio. Yoko Kanno es una compositora e instrumentista que no se priva de nada: jazz, blues, baladas acústicas, rock, funk y experimental, y todo muy rico.

5) Senaka – Asa-Chang & Junray (Senaka EP, 2004): Este tema se presentó en este post, y lo puse aquí simplemente porque queda bien, vuelve a bajar un cambio, nos sumerge en un estilo más atmosférico y experimental. Y además estoy enamorado de esta canción.

6) Passion – Yoshida Brothers (Yoshida Brothers III, 2006): Escuchando este album con mi dama dimos un respingo cuando oímos... bueno, ya lo van a oír ustedes. Ahí nos dimos cuenta. Estos hermanos tocan un estilo de música japonesa tradicional llamado Tsugaru-Shamisen en el que predomina, previsiblemente, el shamizén. Parece que se cansaron de tocar sólo eso así que llevan el estilo a estos extremos que se aprecian en la canción. La ondulación sonora de las cuerdas del shamizén es muy sofisticada y provoca deslizmientos evocativos (digo yo, como podría decir cualquier cosa) Volviendo al tema: ¿alguien ubica quién es el que se manda el comentario en medio de la canción?

7) Wataridori – Cornelius (Sensuous, 2006): Whaaaaaaaa... Sube, sube, sube. Me encanta esa cuerda del fondo que exagera un sonido ondulante y envolvente. Cornelius es un músico experimental, la mayoría de sus temas juegan con silencios, efectos y palabras, pero siempre juega al borde: introduce oportunamente melodías electropop muy fáciles para llevarnos de la mano hasta el próximo abismo: poing, hep! Whhhhhaaaaaaaa...

8) Jet Mogura – ex-Girl (Big when far, small when close, 2000): Tour de force vocal. ex-Girl son un trío de chicas muy carismáticas. Sus shows son muy raros y si uno ve los trajes que usan y los delirios que plantean (dicen venir del planeta Kero... cosas así) no se las tomaría en serio. Sin embargo detrás de toda la pavada hay unas vocalistas de puta madre que se animaron a hacer un álbum casi sin instrumentos con unas demostraciones vocales bastante operísticas. Este tema es una muestra.

9) Infinity Street Car – Tipographica (Tipographica, 1993): Escuchen esto y díganme qué es. A mí me suena a un jazz latino medio retorcido aunque elegante... francamente no tengo idea, pero me encantan esas subidas y bajadas. Tipographica es un grupo de free jazz bastante delirante con algunos guiños estilísticos rockeros que hacen unos arreglos rarísimos e incurren en frankzappismos varios. Algunas veces se ponen insoportables y dan ganas de decirles: “flaco, BASTA”, pero otras ofrecen joyitas como esta.

10) Cyber Devils – Ali Project (Psychedelic Insanity, 2007): Volvemos con algo de estos muchachos, y aquí disfrutamos de la vocalista (de su voz solamente, ejem) en un tema más típico de A.P. con un inquietante estribillo, así, cabalgante y paganoide.

11) Toh-Sui – DJ Krush & Toshinori Kondo (Ki-Oku, 1998): Relax again, baby. Lounge music, smooth jazz, trip-hop… campo fértil para sandeces varias y CDs que se venden en estaciones de servicio al lado de los chicles. Pero lo que tienen aquí, amiguitos, es la posta post. Escuchen esos arreglos: no, no se trata del inepto soplidito de Kenny J (“Boluda, ¡me compré el de Queni Shi!”), ni saxitos melosos ni funky para vender helados. Esto es lo que el lounge debe ser: discreto y canchero. DJ Krush es un productor y DJ que en esta oportunidad se unió a Toshinori Kondo, un trompetista jazzero de puta madre que lleva recorrido desde Dizzy Gillespie hasta el free jazz y la electrónica . Juntos se mandaron un album que es im-pres-cin-di-ble, Monona, y si no lo tenés no existís.

12) Big noise from Winnetka-Kuroari no marching band – Ego Wrappin’ (Night Food, 2002): Y volvemos a acelerar. Este jazzete fue grabado por Bob Haggart en 1938 (los vientos del principio me hicieron acordar a Summertime) y se han hecho de él varias versiones. Ego Wrappin’ hace aquí una mezcla deliciosa en japonés (¡supongo!) y le da y le da y le da...

13) Kana – Asa-Chang & Junray (Kana EP, 2004): Otra mezcla redonda y sutil de estos genios. Una lenta armónica blusera se funde con una melancolía que viene del otro lado del planeta. La voz es tan expresiva que a veces me parece que entiendo lo que dice. Lo que quiere decir. Bah, no sé.

14) Future Umbrella – Shugo Tokumaru (Exit, 2008): Pequeña joyita naive, esta canción es un paseo. El autor es intrumentista, cantor y compositor; varios de sus arreglos y melodías recuerdan viejas canciones de los ’60. Está a un paso de ser música para dibujos animados, y por ahí lo es, pero de unos dibujos animados muy bellos.

15) Birdland #3 – Takagi Masakatsu (Coieda, 2004): Artista plástico y músico experimental japonés, muy afecto a los ruidillos electrónicos pero que en esta ocasión ejecuta una bella pieza de piano despojada de arreglos tecnosos que nos recuerda lo importante que es... respirar.

16) Silk Road – Magical Power Mako (Super Record, 1975): La fusión “étnica” ya existía en los ’70. MPM (Makoto Kurita es su nombre) es otro de estos japoneses versátiles que siguió haciendo discos hasta el 2004, al menos por lo que conozco de él. Esta pegadiza composición mezcla melodía e instrumentación japonesas con guitarras rockeras y un ritmo marchoso e incansable.

17) Fureai – Zazen Boys (Zazen Boys 4, 2008): Para terminar con adrenalina. El cantante realmente destroza todo, pero la canción es potente y hace buen juego con los alaridos del vocalista. Zazen Boys es una banda de funk-rock-indie japonesa con ciertas actitudes punkosas, pero ojo: la adrenalina no está para disimular ninguna falta de talento, estos pibes ofrecen una ejecución instrumental impecable. Si quieren saber qué corno es ese “Fureai” con el que el vocalista está tan entusiasmado, los invito a ejercitar la perplejidad y a saber algo de lo que ocurre allá lejos, que al fin y al cabo somos del mismo planeta.

Disfrutenlón!

Pueden bajar ambas partes del compilado aquí y aquí.